Una vez más el P. Buela me ha honrado, al pedirme que escriba el prólogo de su libro «Mi Parroquia», lo cual realizo con mucho gusto, ya que este tema de la prensa católica viene a ser en mí como una «vocación sucedánea» a la del sacerdocio, como me solía decir Mons. Buteler para animarme a este apostolado. Y otro tanto, con mayor razón se puede decir del P. Buela, que escribió varios libros y le dedica un hermoso capítulo a la prensa. Pero es tan importante la distribución del libro como su edición. Dicen que los productores gastan tanto o más en la propaganda que en la fabricación. ¿Cuál es el sistema para la distribución de diarios y revistas? La distribuidora. Se concentran diarios y libros en una empresa y los ofrecen a los vendedores en consignación, es decir, con el derecho de devolución de lo que no se venda. Así el que vende al público gana la comisión y no pierde nada. Esto no lo encontré en la Iglesia con respecto a la prensa y así fundé la «Distribuidora de revistas y libros». Esta obra sería de gran eficacia en todas las diócesis. Sin embargo, para las parroquias pobres, que son la mayoría, es más factible la «biblioteca católica» que presta libros gratuitamente, pero con esta modalidad: dejar en garantía el valor del libro. Se anota sólo el título del libro, su precio y la fecha. Si al vencimiento no lo ha devuelto, mejor. Se considera vendido y se compra otro. Si lo devuelve, recupera el importe.
«Mi Parroquia» reivindica la importancia de la atención del despacho parroquial que parece venido a menos en algunas partes.
Mons. Buteler mandó una carta pastoral a todos los párrocos de Mendoza, haciendo ver el gran apostolado que se puede realizar sin salir de la parroquia y elogiaba el ejemplo de Mons. José Mattedi que durante 40 años atendió con exactitud el despacho de San Nicolás. Por eso es muy importante y oportuno este libro del P. Buela, donde describe tantas iniciativas apostólicas. Se parece a «Cristo al Mundo» (revista internacional de experiencias apostólicas), resumen de los apostolados de todo el mundo que han tenido éxito. Se lee como una novela, pero se nos abre un alentador panorama, porque nos hace pensar: ¿Y si probáramos nosotros? No importa que no tengamos éxito, Dios nos pagará lo mismo por el trabajo realizado, o mejor, como me contestó uno a quien le dije: «que Dios se lo pague»: «ya me lo ha pagado todo». El IVE constituye una extensa red de distribución mundial de la prensa. ¡Que llegue a todas las casas y lo lean todas las personas!
VICTORINO ORTEGO, PBRO
Párroco Emérito de San José
San Rafael, capital de las Vocaciones Religiosas.
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