Siguiendo la constante histórica, puesta al desnudo en todas las páginas de la segunda edición de esta obra, el liberalismo ha vuelto a apoderarse del poder en plenitud, parte gracias a su propia astucia y parte también, si no en mayor medida, merced a la incompetencia política y notoria falsa prudencia de aquellos de sus adversarios que ocuparon el gobierno hasta hace poco tiempo.
Ahora los liberales totalitarios, desde los más altos centros de poder, se aprestan a jugar una de las farsas más notorias y desvergonzadas de todo su largo accionar de siglo y medio: disfrazados de nacionalistas, convocan a mentidas soluciones de unión, justicia, paz y concordia. Lo que a otros negaron, a sí se autorizan, con insinceridad nauseabunda. En estas condiciones solamente un milagro podrá brindarnos verdaderas y estables fórmulas de fructífera convivencia.
Pero dejemos que los hechos hablen, como ahora se ha puesto de moda decir. Nos ratificamos en las tesis sustentadas a lo largo de todo este libro y ofrecemos a los lectores explicación sobre las causas por las cuales decidimos agregar a esta edición algunos documentos políticos, producidos con posterioridad a la primera entrega de Octubre de 1970.
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